Su ilusión es subir al equipo y potenciar la escuela de fútbol base
Como ya adelantó Castrillón Fútbol, el
próximo seis de abril el Club Hispano de Castrillón celebrará elecciones para
elegir quien será su presidente durante los próximos cuatro años. El proceso
electoral ya está en marcha y hasta ahora, que sepamos, el único candidato es José
Manuel Seren Rial, que acaba de finalizar su mandato y tiene la intención de
seguir si es que la mayoría de los socios depositan en él su confianza.
José Manuel es un hombre modesto a quién,
cualquiera que vaya por Ferrota, cualquier día de la semana, siempre lo encontrará
trabajando. Así es como entiende la presidencia del club. De modo que podemos
verlo ordenando la ropa en el almacén, recontando los balones, despachando las
entradas, vendiendo rifas o gestionando un autobús. Al palco no ha subido nunca
y en la oficina pasa el menor tiempo posible. Lo suyo es el trabajo y buscar
recursos para cuadrar el presupuesto. Es estar pendiente de todo y desvivirse
por un club que, bajo su presidencia, ha ido creciendo, ha recuperado seriedad
y prestigio y cuenta con una masa social
importante. Actualmente, y al corriente de pago, tiene 134 socios y son casi
200 las familias que están ligadas al
club por medio de la escuela de fútbol base.
Con el fin de que nuestros lectores
conozcan mejor al que, por ahora, es el único candidato a la presidencia del Hispano,
le hemos hecho una pequeña entrevista.
José
Manuel. ¿En estos últimos cuatro años qué es de lo que estás más satisfecho y
qué es lo que no has podido conseguir?
Estoy satisfecho del crecimiento de
la escuela y del Club. Cuando llegué había apenas 60 niños y ahora tenemos a
más 170 con nosotros. Tenemos equipos en todas las categorías, desde Mini
Benjamín a Primera Regional. Me queda la espina de no haber podido subir a
Preferente. Este año vamos a mejorar la clasificación de la temporada pasada pero
no alcanzará para quedar entre los tres primeros.
Y,
en lo económico ¿Cómo está el Hispano?
En lo económico nos defendemos. Lo
importante es no tener deudas y no las tenemos. No debemos nada a nadie. Hay
que trabajar mucho para cuadrar el presupuesto pero lo cuadramos. Buscamos
recursos donde haga falta, economizamos lo más posible y somos muy rigurosos en
la gestión. Nos gusta la transparencia. Aquí no hay nada que ocultar. Los
socios reciben un informe detallado de todos los gastos y los ingresos.
¿Qué
nos puedes decir de las instalaciones?
Lo que yo pueda decir no tiene
importancia, todo el mundo ve cómo están. Esperamos que este verano, lo antes
posible, el Ayuntamiento inicie las obras del campo sintético, las gradas y los
vestuarios. Teniendo en cuenta como lo han hecho en otros sitios, creemos que
pueden hacerse en cuatro meses, de junio a septiembre. Eso sería lo ideal. Si
tenemos que esperar dos meses más entraría dentro de lo asumible. Todo lo que
pase de esas fechas sería un gran trastorno para la escuela de futbol base y
para el equipo de regional.
¿Qué
les dices a los socios? ¿Cuáles son tus
proyectos de futuro?
Los proyectos y todo lo que estamos
hablando hay que entenderlo, claro está, si los socios me dan su confianza y salgo
elegido. En este sentido, creo que la mayoría de los socios ya me conocen. No
soy amigo de vender motos. Prometo lo que puedo dar, que es honradez y trabajo
como la base fundamental para seguir creciendo. Vamos a intentar el ascenso
pero con los pies en el suelo. Que nadie piense que vamos a formar un equipo
ofreciendo cantidades importantes de dinero porque eso no lo vamos a hacer. El
presupuesto total para la próxima temporada son 70.000 euros y tiene que
alcanzar para los gastos de los 13 equipos y, al menos, para otro equipo
juvenil porque habrá dos, el A y el B. De modo que tenemos que echar muchos
números porque son muchos gastos. El equipo regional es importante pero también
lo es la escuela de fútbol base. Lo es el Club en su conjunto, que tiene 92
años de historia y representa a un Concejo de 23.000 habitantes.
Hasta aquí las palabras de un hombre
humilde, honrado y sencillo que se siente más a gusto trabajando que haciendo
declaraciones.