Tengo la ilusión, el sueño, de ser algún día presidente del Hispano
Jorge, el capitán del Hispano,
cuelga las botas. Se retira Jorge Sánchez Miranda, un hombre del que se puede
decir que es de casa ya que nació en Piedras Blancas, estudió en el Instituto
Isla de la Deva y vive en Salinas.
Jorge, que en septiembre cumplirá 36
años, llevaba nada menos que ocho temporadas militando en el Hispano. Llegó,
para ayudar, cuando el equipo estaba en Segunda Regional. No le importó haber
jugado en Tercera División y bajar hasta el último peldaño. Los colores y el
club le importaban más que cualquier otra cosa, incluido que sabía que en el Hispano
no iba a cobrar ni un euro. Pero era su club, el club de su vida y del pueblo
donde había nacido. Un histórico venido a menos que necesitaba de jugadores
como él para salir del pozo. Y, Jorge no defraudó, desde el primero al último
partido lo dio todo, mostrando además una actitud ejemplar en los terrenos de
juego. Antes de llegar al Hispano pasó por el Navarro Juvenil, el Podes, el
Navarro de Tercera División y el Muros Balompié.
A Jorge le pedimos unas palabras en
su despedida y atendió muy amablemente a Castrillonfútbol
Qué tal Jorge, ¿Has decidido
colgar las botas?
Con mucho pesar, pero así es, lo
dejo. Tomar esa decisión fue duro, pero hay que dar paso a la juventud. En
realidad, ya había pensado dejarlo anteriormente, sobre todo por temas de trabajo.
Luego lo fui alargando con la esperanza de poder estrenar el nuevo campo de
Ferrota y, al final, no pudo ser. Son muchas cosas. Notas que vas justo en lo
físico, y también está el trabajo, la familia, tengo dos hijos…
¿Te apetecía seguir jugando?
Por supuesto que sí. Si el físico
aguantara estaría jugando toda la vida. Para mí es un orgullo jugar en el
Hispano, haber jugado ocho temporadas. Es mi equipo y eso te lo pone más
difícil y te hace querer seguir. Estoy muy orgulloso de haber sido su capitán.
¿Qué partido te trae buenos
recuerdos?
Muchos. Me encantaba jugar en
Ferrota a pesar de que algunas veces el campo estaba fatal y no iban muchos
aficionados. Pero si tengo que elegir un partido, el primero de la eliminatoria
de ascenso contra el Bosco. Ganamos allí con una cómoda ventaja y dejamos la
eliminatoria encarrilada.
¿Y el peor?
Sin duda contra el Villa de Pravia,
en Pravia. Era el último partido, teníamos el ascenso en la mano y se nos fue
en el último segundo. Todavía me deja mal sabor de boca cuando lo recuerdo,
creo que fue totalmente injusto.
¿Te llama hacerte entrenador?
Ya entrené a niños y es muy bonito,
pero en realidad no puedo. Es lo que dije antes, el trabajo, la familia...
¿Seguirás vinculado al Hispano?
Por supuesto que sí. Seguiré siendo
socio, iré a ver todos los partidos que pueda y mi hijo, aunque todavía es pequeño,
es posible que este año lo apuntemos a la escuela. Además, tengo la ilusión de
llegar algún día a ser presidente del Hispano. Es un sueño. Sé que es
complicado y muy difícil poder juntar una directiva con gente joven que tenga
ganas de trabajar y arrimar el hombro. Hoy en día pocos quieren comprometerse, pero
habría que devolver al equipo al lugar que se merece. Es una ilusión que tengo,
una ilusión que sigue ahí y nadie me la va a quitar.
¿Cuál sería el balance?
El balance es muy positivo. Disfruté
mucho practicando un deporte que me apasiona. Lo pasé bien y me trataron muy
bien. Quiero dar las gracias a todos los directivos, entrenadores y compañeros
que tuve. En todos los equipos. Y, muy especialmente en el Hispano, claro. Aquí
tuve de entrenadores a Marco Antonio, Quico, Arias y Duque. De todos guardaré
un grato recuerdo. También de los directivos, los compañeros y el buen ambiente
que siempre hubo en el vestuario.
Agradecemos las palabras de Jorge, un
gran deportista y un modelo de educación dentro y fuera de los terrenos de
juego. Jorge asegura que es un asiduo seguidor de Castrillonfútbol y nos anima
a seguir informando del Hispano. Por supuesto que seguiremos, gracias por todo,
capitán.